¿¿PORQUE MI HECHIZO NO FUNCIONA?? RESPUESTA:

Los factores que afectan el desarrollo de un ritual son muy
numerosos. Si sus prácticas mágicas nunca dan buenos resultados o
tienen un efecto muy breve, es hora de que empiece a revisar su forma
de trabajo. Tenga en cuenta las variables que potencian la fuerza de
los rituales y sus probabilidades de éxito serán cada vez mayores.

¿Por qué fracasan los rituales?

Todo esoterista debe aceptar el hecho de que los trabajos mágicos no
siempre tendrán un éxito completo, pero aún así, siempre hay algo que
se puede aprovechar y que se puede aprender de un ritual. Cuando los
hechizos fallan, los ocultistas no se vuelven contra sus deidades ni
se enfurecen ante su mala suerte. Por el contrario, como corresponde
a quien encara esta tarea con responsabilidad, regresan al punto de
partida y examinan las facetas del hechizo, desde el objetivo que lo
motivó hasta la construcción final, en busca de indicios acerca de lo
que no hicieron bien. Como todas las actividades que se realizan con
seriedad y compromiso, sólo triunfa quien es perseverante y se
preocupa por mejorar. Sin embargo, es posible eliminar algunos
factores de riesgo, ya que hay circunstancias específicas que atentan
contra el éxito de los hechizos.

Errores frecuentes

Los factores que enumeramos a continuación provocan el fracaso de los
rituales:

- Mala definición del objetivo que impulsa a la realización del
trabajo mágico.

- Posibilidades de que los efectos del rito dañen a otra persona.

- Omisión de un paso necesario en la elaboración del ritual.

- Herramientas de trabajo en mal estado; es decir, "cargadas de
energía negativa".

- Poca disposición anímica.

- Mala elección del momento para trabajar.

Pasos básicos de un hechizo

Existen pasos básicos para realizar hechizos con éxito.

- Entender y definir el objetivo mágico.

- Asegurarse de la ética del trabajo.

- Reunir el equipo necesario y acondicionar el área de trabajo.

- Generar energía mágica.

- Efectuar las acciones físicas que requiere el hechizo.

- Poner fin al trabajo.

¿Qué espera usted de la magia?

Ningún hechizo puede dar buenos resultados si quien lo practica no
respeta el fundamento de la magia. La base de toda actividad
esotérica es el perfeccionamiento del espíritu, el desarrollo y la
evolución del yo. Y ésto debe dar sustento a los hechizos desde el
principio hasta el final. Más allá del objetivo concreto que nos
impulse a efectuar un ritual, detrás de ese deseo debe actuar un
deseo superior: transformarnos interiormente y evolucionar de tal
modo que el Universo entero obtenga un beneficio.

Defina sus objetivos

Parece algo obvio, pero muchas veces, los hechizos fracasan porque la
energía mágica no está bien dirigida. Lo que causa esa dispersión de
fuerzas es la mala definición del propósito que nos impulsa a
practicar el ritual.

Antes de comenzar a trabajar, usted debe saber con exactitud qué es
lo que quiere obtener. Exprese en una sola frase, clara y coherente,
cuál es ese deseo.

No hable de sus practicas

Guardar silencio es una costumbre mágica tradicional que ayuda a
proteger la energía que se pone en los hechizos. Hay un viejo
proverbio esotérico que enseña que "el poder compartido es poder
perdido". Es conveniente guardar los objetivos para uno mismo, ya que
de ese modo es posible centrar la energía en ellos.

¿Cómo finalizar un ritual?

Una vez que haya finalizado su trabajo mágico, debe "cerrarlo". Este
punto suele omitirse y es un grave error. Es como dejar abierta la
puerta de la casa, dejando que se escape el calor, y correr el riesgo
de que entren intrusos. Cuando realice un hechizo, termínelo con la
expresión tradicional "Así sea" o con otras palabras o sonidos que
indiquen a su mente profunda que se pone fin a la proyección de
energía.

¿Cuál es el mejor momento?

Elegir el momento oportuno para practicar un ritual es un paso
fundamental, ya que muchas veces determina el éxito del mismo. En
terminos ideales, la magia debe practicarse siempre que se necesite,
porque es entonces cuando las conexiones emocionales son mayores.
Pero una variable fundamental es prestar atención a las fases de la
Luna.

Fases Lunares:

La fase de la Luna puede dividirse en dos partes básicas: creciente y
menguante. La magia asociada con ganancia, aumento o construcción, se
realiza tradicionalmente con Luna Creciente. La magia para pérdida,
disminución o destrucción se realiza con Luna Menguante.